Rúbrica… Incidentes “mínimos” y “plenamente identificados”, Por Aurelio Contreras Moreno

Rúbrica
Incidentes “mínimos” y “plenamente identificados”
Por Aurelio Contreras Moreno

Las campañas municipales en Veracruz llegan a su recta final en medio de una
fuerte inestabilidad política y social, aderezada por hechos de violencia que el
gobierno de Rocío Nahle se empeña en minimizar.

“Tenemos más de 11 mil candidaturas en este proceso electoral y más de dos mil
400 eventos de campaña cubiertos por las fuerzas de seguridad. La gran mayoría
se ha desarrollado con normalidad y en paz. Los incidentes han sido mínimos y
están plenamente identificados”, dijo este lunes el secretario de Seguridad Pública
(porque aunque usted no lo crea, sí hay alguien en ese cargo en Veracruz),
Alfonso Reyes Garcés.

Los incidentes “mínimos” y “plenamente identificados” le costaron la vida a dos
candidatos del propio partido oficial a presidencias municipales, han provocado la
renuncia de alrededor de 500 aspirantes a cargos edilicios y provocaron la muerte
de una decena de personas inocentes, que o bien solo desempeñaban un trabajo
profesional en un equipo de campaña, como la comunicadora Avisack Douglas, o
de plano les tocó estar en el lugar equivocado, como sucedió en Texistepec,
donde cinco civiles murieron junto con la candidata de Morena atacada a balazos.
Por lo visto, para el régimen estas muertes violentas solo significan algo así como
“daños colaterales”.

Pero los hechos hablan por sí mismos. Mientras la gobernadora Rocío Nahle
pretende convencer a la opinión pública –y quizás, a ella misma- de que “Veracruz
está bien y vamos a salir bien” y, así como su antecesor, ya hasta se da a la tarea
y se toma el tiempo de “desmentir” notas periodísticas –porque seguro no hay
nada más importante que hacer en el estado-, los ataques a candidatas y
candidatos continúan.

El fin de semana, dos candidatas del PT y del PRI denunciaron ataques directos y
agresiones en Misantla y en Ixhuatlán de Madero, respectivamente. Norte y sur del
estado. Y la madrugada de este lunes, en el municipio de Jilotepec, cercano a
Xalapa, en la zona centro, un vehículo fue incendiado frente a la casa de campaña
del candidato de Morena, quien acusó a su rival de Movimiento Ciudadano de ser
el autor intelectual del atentado y de tener nexos con el crimen organizado.

¿Todo esto es signo de un estado donde “todo está listo” para los comicios?
¿Brinda alguna certeza de que, como juran las autoridades, “tendremos unas
elecciones pacíficas” y como “Veracruz está bien”, habrá una “fiesta democrática”?
Claramente no es así. El cierre de las campañas –que concluyen la noche de este
miércoles- todavía puede traer consigo más hechos de violencia. Y la operación
electoral que ya se vislumbra para el día de la jornada electoral ensombrece aún
más el panorama ante la total incapacidad de los gobiernos federal, estatal y
municipales –porque todos están involucrados- para cumplir con su función
primordial, que es garantizar la seguridad de la población.

Porque verdaderamente, de los tres niveles, no se hace uno.

Acordeones
La otra elección en puerta, el bodrio judicial, va tan decididamente camino al
fracaso que las ilegalidades brotan como la suciedad del caño para intentar elevar
la participación.

Candidatas y candidatos a juzgadores que al hacer campaña y llamar a votar por
ellos violan abiertamente la misma ley creada ex profeso para darle una apariencia
de legalidad a este golpe a la división de poderes y a la democracia misma;
reparto de “acordeones” para que los pocos votantes –convencidos o acarreados-
sepan por quiénes quiere el régimen que emitan su sufragio; y ahora hasta su
entrega como volantes de campaña afuera de escuelas, solo demuestran la clase
de aberración que venden como una “democrática renovación” del Poder Judicial
para “terminar” con la “corrupción”.

La suerte de los traidores
Mientras el país se va hacia un abismo autoritario, dos de los artífices del desastre
se dan la gran vida en Europa.

La noche de este lunes, un conocido creador de contenido en redes sociales,
Vampipe, publicó unas fotografías del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y
su hijo el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, captados casi en el mismo
momento en el lujoso bar “The Library” de la ciudad de Madrid.

A pesar de que están a punto de perder el ayuntamiento de Veracruz, no se les
veía muy preocupados por la merma, pues todo indica que sería parte de la
negociación con el morenato para mantener su impunidad, comprada con su
traición y voto en favor de la reforma judicial, que este domingo, con la votación,
certificará la muerte de la transición a la democracia en México.

Lo mejor es que ni siquiera pretenden participar en la trampa que ayudaron a
construir. Así la suerte de los traidores.

Email: aureliocontreras@gmail.com
X: @yeyocontreras

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